Decuchara es un empresa de inserción en la que trabajamos fundamentalmente mujeres con dificultades. Nuestra actividad económica es la hostelería, otros servicios de restauración y otros servicios a la comunidad. Dadas las características de las mujeres que atendemos, se buscó un hueco laboral donde puedan aprovechar los rudimentos de los saberes propios de estas ocupaciones que ya obran en su poder, para que, de una manera relativamente sencilla, se de el paso de lo informal a la profesionalización en estas tareas. Nuestras usuarias se encuentran con un ambiente de trabajo “real” donde se comprometen y esfuerzan por cumplir con la tareas encomendadas, lo plazos y tiempos impuestos por la actividad, así como todas las medidas higiénicas y de calidad necesarias para garantizar el servicio en el mercado normalizado.

Todas nuestras actuaciones están regidas por el principio de proporcionar mejor “calidad de vida” a nuestras usuarias, en particular, que redunda en una mejora social en el territorio que actuamos: la cocina de colectividades se dirige fundamentalmente a que las personas más vulnerables, (ancianos/as, dependientes, enfermos/as, criaturas, que no pueden valerse por si mismas), tengan una digna calidad de vida y, a su vez, ayudan a que las personas cuidadoras puedan tener tiempo y más oportunidades para un desarrollo laboral, formativo o de ocio y participación social. La línea de trabajo que seguimos es la realización de comidas equilibradas, evitando la utilización innecesaria de grasas, sal y potenciadores artificiales del sabor, precocinados, etc. Contratamos con proveedores/as de la zona donde trabajamos y de producción ecológica.